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¿Qué pasa con los contenidos curriculares, se pierden con las nuevas metodologías?

Todos los proyectos parten del diseño curricular marcado por la ley. Allí aparecen los llamados estándares de aprendizaje, que marcan lo que el alumnado debe aprender durante su paso por la escuela.

El marco conceptual de la Enseñanza para la Comprensión, desarrollado en la Universidad de Harvard por investigadores como Howard Gardner o David Perkins, es una herramienta cuyo propósito es diseñar y dirigir las prácticas del aula que promueven la comprensión y la reflexión crítica. Propone que el docente identifique cuáles son los aprendizajes significativos a partir de los cuales el alumno puede comprender en profundidad las grandes cuestiones o materias impartidas. Este proceso no se hace en detrimento de los conocimientos tradicionales, sino que profundiza en los conocimientos clave para centrar allí los esfuerzos.

Así, por ejemplo, cuando en clase de Historia toca el tema de los Reyes Godos, un docente buscará, mediante diferentes propuestas, que los alumnos comprendan que en la Hispania Visigoda está el germen de lo que es la España actual, no tanto en que los alumnos memoricen una lista de los reyes godos.

¿Con la innovación educativa, se mantienen el rigor y la exigencia?

La exigencia y el rigor siguen teniendo su punto de mira en el alumnado, que empleará los tiempos de clase de manera activa y provechosa para alcanzar los objetivos marcados. Pero ese rigor estará también en la labor del docente, que no será un mero transmisor o altavoz de conocimientos.

En cambio, los profesores habrán diseñado cada sesión o proyecto con tiempo, esfuerzo y seriedad, planteándose siempre los objetivos o metas que deben alcanzar su alumando, la atención personalizada a grupos de personas cada vez más diversas, y un aprendizaje activo que permita a los estudiantes alcanzar competencias que van más allá de la memorización de contenidos. En el caso de Camina, el centro además ha invertido recursos económicos y humanos, en la formación de profesores, en el diseño de los proyectos, en la dotación de nuevas tecnologías y en la transformación de las aulas. Una muestra de la seriedad y vocación de permanencia del proyecto.

¿Qué sucederá con las pruebas externas, bajará la nota media?

El objetivo de la innovación metodológica es preparar a los jóvenes de hoy en día para los retos del mañana, dotándoles de las competencias necesarias para adaptarse a un mundo en constante cambio.

Así, si un alumno es capaz de mejorar en destrezas como la comprensión lectora, la capacidad de análisis, la expresión escrita, la organización del trabajo, etc. podrá construir y adquirir conocimientos con mejores garantías que aquel alumno que solo ha memorizado contenidos. Y estará mejor preparado para cualquier prueba o examen del tipo que sea.

Ni que decir tiene, que, si el alumno ha aprendido además a trabajar en equipo, a dialogar, a exigirse a sí mismo, a gestionar el tiempo… podrá enfrentar su futuro profesional, sea este el que sea, en mejores condiciones.

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