Clin es un duendecillo invisible que vive en un universo paralelo: el de las palabras. De vez en cuando, entra en las aulas de Educación Infantil (3-6 años) y esparce su purpurina sobre las mesitas de colores para que los niños sepan al día siguiente que ha venido a visitarles. Los pequeños van, poco a poco, “conquistando” diferentes planetas (el de la ‘C’, la ‘L’…) e investigando palabras que empiezan con esa inicial. Y un día, sin darse cuenta y con tan solo 4 años, leen lo que está escrito en las cajas de leche durante el desayuno o escriben el nombre de sus hermanos en mayúsculas en un papel. “¿Cómo lo han hecho?”, se preguntan sus padres. “¡Si no han utilizado un método clásico de lectoescritura!”
Las autoras de ‘El universo de las palabras’ lo tienen claro: “No es un método de lectura sino un juego para aprender el mundo, provocar la curiosidad de los niños e incitarles a que se hagan preguntas”. Así lo explica la maestra y psicopedagoga Mar Romera Morón, autora junto con Olga Martínez Cárdenas de las aventuras de Clin. Granadina de 51 años y madre de dos hijas de 22 y 18, habló recientemente de este sistema en Pamplona. Utilizado por miles de niños en toda España, en Navarra, de momento, lo siguen los 300 niños de Educación Infantil del colegio San Ignacio (Jesuitas). La editorial navarra Polygon Education es la que ha creado los materiales (pósters, fichas y maletines para alumnos y maestros) para todo el país.
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